Wednesday, December 17, 2008

Maestra y cubana

Septiembre de 1980. Una joven cubana, muy hermosa y elegante, de pelo oscuro y lindos ojos del color del cielo, llega a la comarca de Mejía, a unos 73 kilómetros del departamento de León, en Nicaragua.
Lugar de difícil acceso, abundantes lluvias, una exuberante vegetación y una fauna muy peligrosa, en Mejía reina la más absoluta pobreza. Sus habitantes, en su mayoría desamparados, se acuestan muchas veces sin probar alimento alguno, en hamacas o en el piso, a expensas de mosquitos y reptiles peligrosos.
Pero la joven no teme. No ha venido de tan lejos a entregarse a miedos y muy pronto encuentra cobija en la miseria de una familia de 10 miembros, nueve de los cuales eran huérfanos y el menor de ellos, Víctor Manuel, de cuatro años de edad, permanecía muchas horas en vigilia, hasta que “la gallinita” pusiera el huevo que le serviría de sustento ese día.
“Sí, todo resultaba muy penoso –recuerda- tanto que las clases tenía que darlas en una “escuelita” improvisada, rodeada de maleza, y de los peligros que desde ella nos acechaban, a la cual se le puso el nombre de Luis Alfonso Velázquez Flores, el niño héroe asesinado. La matrícula llegó a ser de 40 alumnos, de diferentes grados, a algunos de los cuales se les dio cierta aceleración para que alcanzaran el sexto grado.
“Las clases comenzaban a las 8:30 de la mañana, pero antes, mucho antes, los niños subían a los cerros donde sus padres tenían sus huertas a ayudarlos en las faenas de cada día. De allí extraían el sustento que la tierra les proporcionaba y debían hacerla producir para obtener sus frutos.
La escuelita, con jardín y huerto escolar se convirtió, poco a poco, en centro del entorno; por el día los niños acudían a clases; por la noche, los adultos lo hacían. A unos y a otros la Maestra Cubana les enseñó a leer y a escribir, y a pensar, y a amar. Tanto llegó a compenetrar con ellos, que era como un miembro más de cada familia.
“Cierto día un niño de tres años enfermó gravemente, pero su padre no pudo llevarlo al médico, se internó en el monte y cortó un árbol; con él hizo el ataúd donde horas después lo enterraba, rememora con pesar 33 años después esta mujer que todavía imparte clases para bien de sus alumnos y de la sociedad.
¿Cómo lo recuerda ahora?
Mayra Noa Argüelles, maestra consagrada que imparte clases en la Piscina Olímpica, aquella misma joven que llevó la luz de la enseñanza a Nicaragua en 1980 y que desde entonces y hasta 1982 permaneció en Mejías enseñando a chicos y a adultos, expresa:
“Una de las cosas que no olvidaré jamás es el alevoso asesinato por parte de la contra nicaragüense, de Bárbaro, Águedo y Pedro Pablo, tres jóvenes magníficos que abonaron la tierra de Sandino con su sangre generosa, tampoco a Ana Virgen, muerta en un lamentable accidente al cruzar un río.
“Por esas y otras muchas razones, el cumplimiento de esa misión en Nicaragua, donde además de los peligros naturales, tuve que enfrentar las amenazas de los alzados contra la Revolución Sandinista, significó mi crecimiento y madurez desde todos los puntos de vista; me forjó como mejor ser humano y me formó como la maestra que soy, algo de lo que me siento sumamente orgullosa.

Monday, December 15, 2008

Una mujer de Ciencia

Por Alexis Pérez Sánchez y Zucel de la Peña Mora
“Y me hice maestro, que es hacerme creador.”
José Martí
El ganado respeto del que goza, el amor que profesa y le profesan, su prestigio, y esas ansias suyas de aprender y de enseñar, hacen de ella una persona imprescindible. Rafaela Macías Reyes es su nombre, pedagoga, investigadora, maestra de maestros, en fin… una mujer magisterio; una mujer de Ciencia.
La lista de sus méritos casi resulta infinita. Ha recibido reconocimientos territoriales, nacionales e internacionales por su labor docente, investigativa y de asesorías, y ha sido merecedora, durante varios años, de la Distinción Especial del Ministro de la Educación Superior.
La medalla José Tey y la orden Frank País García, que entrega el Consejo de Estado cubano a aquellas personas destacadas, de manera ejemplar, en el cumplimiento de su deber, también forman parte de los estímulos recibidos por esta fémina, varias veces galardonada con la condición de Vanguardia Nacional.
Integran sus lauros el concedido en el 2002 por la Universidad Autónoma de Sinaloa, en la ciudad de Mazatlán, México, como respuesta a su aporte en la formación de masters en Desarrollo Cultural Comunitario.
Pero no hemos traído a la “profe Rafaela” hasta este espacio para congelarla entre soles de triunfos, sino para sentirla viva, mirar de cerca su mundo, y agradecer el momento justo en el que el destino la hizo compartir el tiempo de los hijos de El Cucalambé.
LAS TUNAS ES SU HOGAR
“Las Tunas para mí tiene un valor muy grande: mi compañero de toda la vida nació aquí. El vínculo con esta provincia empieza por ahí, pero ha desbordado los límites de la relación familiar y afectiva, al extenderse al campo profesional.
“Desde el punto de vista cultural comenzó a llamar mi atención en 1968, cuando visité la ciudad por primera vez. Desde entonces percibí su hálito especial y comprendí algunas ideas que, desde la visión de mi esposo, tenía acerca del territorio. Luego se presentó la oportunidad de guiar dos tesis de maestría relacionadas con su historia cultural, y eso me contagió del amor por esta tierra.
“En el 2006, en la Universidad de La Habana, tuve a mi cargo las palabras de agradecimiento de los distinguidos por el Ministro, y cuando se refirieron a mí, hablaron de la tunera, y sentí regocijo porque así fuera. Siempre digo que soy santiaguera, esa es mi identidad, allá nací y estuve por mucho tiempo, pero no puedo negar que me considero tunera de corazón.”
Venir de una casa de altos estudios con tanta historia como lo es la Universidad de Oriente y llegar al centro universitario Vladimir I. Lenin, más pequeño que la facultad donde se desempeñaba como Decana, en Santiago de Cuba, no resultó nada fácil para Rafaela, máxime, si uno de sus empeños de entonces era la creación de la facultad de Ciencias Sociales y la carrera de Estudios Socioculturales.
Partió de cero; no había tradición en este campo, y mucho menos, especialistas; aun así, auxiliada por un grupo exiguo de compañeros, laboró intensamente, y en el 2006 vio graduarse a los primeros profesionales de esa disciplina en el Balcón de Oriente.
“Aquí he sido maestra, asesora, investigadora. Y me satisface saber que tengo algo para mostrar, porque aun cuando el Centro Vladimir I. Lenin no es todavía una universidad, no tengo dudas de que lo será algún día, y yo he contribuido a ello, así como a la preservación de la memoria de Las Tunas, que está en las tesis de los masters en Ciencias en Desarrollo Cultural Comunitario que ya tenemos.
“Si esa historia no la escribimos y preservamos, se pierde, y eso afectaría nuestra identidad, nuestra cubanía, uno de los pilares de la Isla para enfrentar las agresiones de Estados Unidos.
“Ser cubano no solo pasa por la esfera de lo político; ser cubano pasa también por lo cultural, y ello es esencial para reafirmar los rasgos identitarios, dirección en la que el profesional de los estudios socioculturales desempeña un rol fundamental.
“Debemos seguir perfeccionando el trabajo comunitario, porque indudablemente tenemos un problema por resolver, y no hablo solo de Las Tunas, sino de toda Cuba: hay mucho empirismo y mientras no se usen los resultados científicos existentes, van a continuar las dificultades.
“Las instituciones visitan a las comunidades, pero no de forma coordinada, lo cual incide en la participación popular. Se hacen evaluaciones incompletas al tenerse en cuenta solo una parte del asunto, el cuantitativo, mientras se deja de lado el cualitativo, referente a aquello con lo que las personas se sienten identificadas.
“Existen muchos proyectos y programas, eso es cierto, pero a veces encontrados, repetidos; todavía no logramos los mecanismos ideales para integrar los actores sociales de hoy, diferentes a los de quince años atrás.”
Esta fémina de presente y futuro es graduada de profesora en Ciencias Biológicas en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Oriente en 1968 y de licenciada en Filosofía en 1980. El grado de doctora en Ciencias Filosóficas, lo alcanza en 1986, en el Instituto Plejanov, Moscú. Actualmente es presidenta del Consejo Provincial de las Ciencias Sociales.
EL FUEGO QUE INCITA
Rafaela apenas recuerda el número de tesis de las que ha sido tutora u oponente, de modo que la docencia y la investigación siempre han estado ahí, entre las estrellas más preciadas de su cielo. Incontables son, igualmente, los contenidos en los que ha profundizado, relacionados con el quehacer comunitario y sociocultural, las tradiciones, la identidad, las memorias colectivas y el trabajo metodológico, para la formación de los profesores universitarios.
Esta labor la ha hecho merecedora del Premio por la Obra de la Vida en Investigaciones (2008) y de varios galardones por los resultados científicos alcanzados.
El internacionalismo también enaltece su carrera. De ello dan cuenta naciones como Rusia, España y México, en las cuales ha desarrollado actividades académicas trascendentes.
En 1976 accede al universo de las investigaciones, del cual no ha podido escapar jamás. Las Ciencias Sociales la acogieron en su seno como a hija ilustre, y Rafaela, pródiga al agradecer, la perfecciona cada día con nuevos alumbramientos.
“Hay una realidad que uno no puede obviar –manifiesta inconforme- y es que los resultados que pueden aportar las ciencias naturales, exactas y técnicas, se ven mucho más rápido que los de las ciencias sociales; eso no ha cambiado, pero sí ha aumentado la visión de lo importante que resulta este campo para nuestra sociedad.
“Cuba tiene como meta la equidad, la justicia social. Aspiramos a estar entre los países más cultos del mundo, ¿cómo es posible lograrlo si las investigaciones sociales no se toman en cuenta, si no se investigan los fenómenos actuales de la sociedad cubana y se proponen alternativas para su solución?”
¿Se considera usted una científica?
“Esa palabra encierra un concepto muy amplio. Yo solo soy una persona que indago, que me gusta investigar. Ojalá antes de morir logre ser considerada una científica.
A Engels le preguntaron una vez ¿por qué la teoría del Marxismo se llama así y no marxismo-engelismo?, y él respondió, con esa sapiencia que lo caracterizaba: “sencillo, porque Marx atalayaba mejor, veía más; Marx era un genio, yo, a lo sumo, soy un hombre de ciencia.”
“Haciendo mías sus palabras, podría decir: soy simplemente una mujer que no se conforma con lo que ha aprendido, y todos los días trata de saber un poco más.”
EL AMOR QUE FORTALECE
“La familia lo es todo para mí, por ella dejé a Santiago de Cuba y a la Universidad de Oriente. Gracias al apoyo de mis seres queridos y en especial de mi esposo, mi compañero de toda la vida, he podido transitar todos estos caminos del saber; sin su colaboración, nada hubiera sido posible.”
Pero los dos hijos, sus cuatro nietos y su esposo, la saben compartida, confiados de que allí, en el sitial de honor de los amores eternos, también están la ciencia y el magisterio.

Thursday, December 11, 2008

Ve la luz la revista A e I de la UNAIC


Con el lanzamiento de la revista A e I, la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC), tiene la posibilidad de hacer imperecedera su memoria histórica y legar a las nuevas generaciones de profesionales, las experiencias más acabadas de cada uno de sus miembros.
A e I, siglas que significan Arquitectos e Ingenieros, es una publicación de la Junta Directiva de la UNAICC en Las Tunas, cuyo primer número acaba de ver la luz este miércoles, con edición y redacción de los ingenieros Germán Lenzano Paneque y Yolanda Domínguez Leyva, quienes, con el apoyo de un equipo de colaboradores, han pretendido, y de hecho, logrado en apretada síntesis, plasmar en sus 56 páginas, 25 años de quehacer al servicio de la Revolución.
En el transcurso de sus 25 años la UNAICC a realizado numerosas actividades y ha llevado adelante iniciativas en pro del beneficio de la sociedad y la reputación de sus profesionales, mediante un trabajo creativo, caracterizado por la ética y el compromiso de sus miembros con tareas que han ayudado a prestigiar las profesiones que agrupa, a dicho a sus colegas, la ingeniera Yolanda Domínguez, presidenta de la institución, en la carta-portada de la revista.
“A ustedes va dirigida esta edición especial de la revista A e I, ha asegurado la presidenta, para recordar juntos las experiencias vividas y para reconocer la labor de cientos de profesionales tuneros agrupados en esta Unión multiplicada.”

Wednesday, December 03, 2008

UNAICC celebra su cumpleaños


La Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC) festeja hoy su 25 cumpleaños y lo hace en momentos en que los cubanos de buena voluntad celebramos orgullosos el advenimiento del Aniversario 50 del triunfo de la Revolución Cubana.
La ingeniera Yolanda Domínguez Leyva, presidenta de la UNAICC en Las Tunas, dijo a 26 digital que en el transcurso de estas dos décadas y media de trabajo, ha sido enorme el aporte brindado por los afiliados al desarrollo socioeconómico de la provincia.
“Si bien es cierto que en el año 1983 (el 19 de octubre la UNAICC quedó constituida oficialmente en Las Tunas) solo contábamos con ocho organizaciones de base y 92 profesionales, en estos momentos suman 37 las primeras y 640 los afiliados, fuerza bastante considerable de hombres y mujeres que brindan sus servicios en 57 empresas del territorio.
“Durante todo este tiempo nuestra organización se ha esmerado en el cumplimiento de tareas tan importantes como la capacitación y la elevación del nivel científico y técnico de sus miembros, y de modo especial, muchos de los cuales han participado en talleres, concursos y otros eventos nacionales e internacionales.
“Especial atención le hemos brindado siempre a los jóvenes en formación y recién graduados con los cuales hemos desarrollado intercambios de experiencias para mantenerlos actualizados acerca de las labores principales que se acometen en el territorio y se familiaricen con los diferentes sectores donde ejercen o ejercerán sus profesiones.”
Respecto a las festividades por el aniversario 25, la presidenta de la UNAICC explica que en esta ocasión el acontecimiento reviste una connotación especial por cuanto las actividades están enmarcadas también en las previstas para celebrar el triunfo de la Revolución.
“El programa incluye actividades recreativas, deportivas, culturales, técnicas, de reconocimiento al trabajo desplegado, el montaje de una exposición con los principales acontecimientos de la UNAICC durante estos años, la publicación de una revista con parte de su historia y algunos de los principales logros de la provincia en los que han tenido participación los arquitectos e ingenieros de la provincia.
“Estamos muy contentos con lo realizado hasta ahora y por haber estado por mucho tiempo entre los primeros lugares del país en la emulación nacional, y aunque ello no signifique que estemos totalmente satisfechos, considero que los resultados son muy positivos, por lo que los miembros de la UNAICC seguiremos trabajando para que nuestra organización siga siendo una obra de la Revolución.”

Día de la Medicina Latinoamericana


Trabajadores de la salud festejan su día

Con una tasa de mortalidad infantil de 2,88 por mil nacidos vivos, los trabajadores de la Salud de esta oriental provincia cubana, festejan jubilosos el 3 de diciembre, Día de la Medicina Latinoamericana.
Los resultados que exhibe el Programa Materno Infantil están estrechamente relacionados con el accionar del Médico y la Enfermera de la Familia, las terapias intensivas pediátricas y los servicios de neonatología y genética médica, sin excluir los distintos factores de la comunidad.
En realidad, los hombres y mujeres de batas blancas tienen muchas razones para estar contentos, pues en el transcurso del año, y a pesar de las adversidades, el sector de la Salud se ha fortalecido considerablemente con la construcción y rehabilitación de varias instituciones de salud, la creación de nuevos servicios y la instalación de modernos equipos de alta tecnología.
Honrados se sienten también por su presencia solidaria en 41 países a los que han llevado un mensaje de salud y contribuido a salvar miles y miles de vidas, además de devolverles la visión a a muchísimas personas en todo el mundo.
La formación de nuevos profesionales de la Salud, de Cuba y de diferentes países, es otra de las acciones que enorgullecen a los trabajadores de la Salud este Día de la Medicina Latinoamericana.
La ocasión resultó propicia para estimular a diferentes colectivos y a un grupo de trabajadores, cuyo desempeño los hace merecedores del reconocimiento de la sociedad.